Ambos le han sobrado en esta Copa del Mundo a Argentina, que este domingo disputará el partido final con Alemania.
Por el lado del talento, los sudamericanos cuentan no sólo con el mejor jugador del mundo, Lionel Messi, sino también con varias de las máximas figuras de las principales ligas europeas.
Futbolistas como Javier Mascherano, Ángel Di María, Sergio Agüero, Gonzalo Higuaín y Fernando Gago –por nombrar algunos de la escuadra albiceleste- están entre la elite del fútbol internacional.
Pero ¿cuánto sirve el talento si no acompaña la suerte?
Eso habría que preguntarle al seleccionado argentino de 2002, que a pesar de haber tenido uno de los mejores equipos del mundo no logró superar el "grupo de la muerte" (compuesto por Inglaterra, Nigeria y Suecia) en el Mundial de Corea del Sur/Japón.
En Brasil 2014, en cambio, la situación ha sido inversa. Seguramente ningún otro equipo (ciertamente no uno bicampeón del mundo como Argentina) tuvo un grupo tan "accesible" en primera vuelta.
Bosnia, Irán y una muy empobrecida Nigeria fueron los primeros tres rivales de los hombres de Alejandro Sabella en el envidiado grupo F. El siguiente fue Suiza, en octavos de final, también considerado un equipo inferior al sudamericano.
Recién en cuartos de final Argentina tuvo un oponente considerado peligroso, Bélgica, aunque incluso ese joven plantel fue una amenaza menor a la que tuvieron que enfrentar muchos de los otros seleccionados, que chocaron con las grandes potencias del fútbol.
La suerte del fixture fue por partida doble: Argentina no solo evitó a los "tanques" futbolísticos hasta las semifinales, también zafó de jugar en los lugares más lejanos y calurosos de Brasil, como le ocurrió a su próximo rival, Alemania, que debió soportar varios partidos con temperaturas elevadísimas en el norte amazónico.
La fortuna incluso acompañó a Argentina dentro de la cancha: el poste derecho del arco de Sergio Romero evitó que Suiza lograra revertir, en el último minuto de juego, el agónico triunfo argentino en octavos de final.
Ventaja
Los hombres de celeste y blanco también tienen algo muy a su favor en Brasil: juegan en un país vecino, con el aliento de una hinchada tan numerosa que los hace sentir casi como locales.
"Brasil, decime qué se siente…", el himno de los aficionados argentinos, resonó en todos los estadios en los que jugó el equipo albiceleste, que reconoció lo importante que fue para ellos sentir el calor del público.
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Queda por ver si todos estos factores resultan en un triunfo argentino en el Maracaná.
Pero lo que se preguntan muchos es si Argentina volverá a tener otra oportunidad como esta de alzar la Copa del Mundo.
Algunos ven difícil que se vuelvan a conjugar los elementos que favorecieron la llegada del seleccionado albiceleste a la final.
Y la principal incógnita tiene que ver con los jugadores.
Veteranos
Es que Argentina tiene el plantel más longevo del Mundial y es posible que muchas de sus estrellas no vuelvan a brillar como ahora en cuatro años.
La mayoría del equipo albiceleste habrá superado la barrera de las tres décadas en Rusia 2018. Di María, Higuaín y Agüero tendrán 30. Messi tendrá 31. Gago 32. Y es muy posible que Mascherano y otros como Martín Demichelis y Maxi Rodríguez no sean convocados, con edades que superarán los 34 años.
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